La noticia de la enfermedad de Mandela me llevó inequívocamente a pensar ¿Y quien fue nuestro Mandela?
¿Quien liberó a nuestros negros?
Tendemos a pensar, como élite dominante, que en nuestro país no hay negros, que nuestro problema es distinto al de los sudafricanos. Lo que pasa es que nuestros negros se pintaron de blanco, pero igual “muestran la ojota”, como diría Carlos Larraín.
Hace un tiempo atrás les comentaba de la obra de un psiquiatra comunista argelino-francés llamado Frantz Fanon, quien planteaba cómo los dominados argelinos, como él, habían adoptado la cultura francesa tras la colonización, lo que es un proceso muy doloroso y complicado. Es muy distinto ser el jefe de una tribu y mandarlos, que querer cambiarle todas sus costumbres y su cultura.
Estos cambios culturales forzados mantienen por muchos años, incluso siglos, una llama de liberación. Si no me cree pregúntele a los mapuches.
Los blancos en Chile aún no entienden por qué a los negros no les gusta el gobierno de Piñera. Como que no quieren entrar en una civilización que culturalmente aún no les corresponde y a ello deben oponerse con fuerza.
Crecimiento económico, barrios de élite, ghettos para los pobres, educación cara y buena para blancos y otra gratis y pésima para negros, salud clase A para unos y consultorios repletos para otros, Sport Wagon para unos y Transantiago para otros, y como telón de fondo un Presidente diciéndonos que vamos por la senda correcta y estamos a punto de llegar a destino.
¿Y yo qué? , se preguntan los negros. Y también los plomos se preguntarán lo mismo. Pasamos del aperitivo al bajativo de un pailazo, y en la guata flota la marraqueta del desayuno, como demostrándonos que “agarramos algo al menos”
Los blancos aún no pueden comprender que los negros y los plomos no quieran el desarrollo. ¡Y eso que antes ganaban 200 lucas y ahora ganan 300 los muy malagradecidos!
Es difícil convivir en un país donde los blancos quieren ser como los Noruegos o los Suizos y los negros quieren ser como los Jamaicanos.
A mi modesto entender tenemos una Revolución Pendiente.
¿En qué bando va a estar usted?