El Buda

Vamos a intentar algo complejo. Pero si logramos entenderlo puede servirnos un montón.

¿Quien es Usted?

Le voy a dar dos ayudas para su respuesta:

1.- Usted no es lo que cree que es, porque esas definiciones se las ha creado por conveniencia. De hecho, si le pido un curriculum para un trabajo y otro para presentarle a su futura pareja, lo más probable es que se defina de dos formas diferentes
2.- Usted tampoco es las cosas que ha hecho en el pasado ni lo que espera hacer en el futuro

En definitiva, intentar algo tan simple como saber quien soy, me obliga a entrar en un estado de mente en blanco y en un tiempo presente. Este estado, queridos amigos , es la Iluminación.

Hablar de “iluminación” en un mundo lleno de pensadores es casi peligroso. Corro el riesgo de que me declaren interdicto, o que me asocien con grupos de esos que matan guaguas. Me refiero a “iluminación” por un motivo muy práctico. Cuando usted es capaz de enajenarse de su mente y del tiempo, pierde el ego, y automáticamente desaparecen las etiquetas, los juicios, los conceptos y las definiciones que bloquean una sana interpretación de la realidad. Es decir, ve la luz.

Ya lo expresa el Génesis. Perdimos el Paraíso en el momento que descubrimos que nuestra mente era capaz de todo.

Pero, los que hemos experimentado que todo lo que verdaderamente importa, como la alegría, la paz interior, el amor, están en un lugar más allá de nuestra mente, comenzamos a despertar de este ingrato sueño en el que hemos estado sumergidos, lleno de sufrimientos y placeres esporádicos.

¿Sabe qué significa “Buda”? Significa “estar despierto”.

Lo invito a ser un Buda

¿Entendió?

Si no lo entendió trate de entenderlo, porque cuando lo entienda el mundo estará a sus pies.

Este artículo fue escrito en Reflexiones. Enlace Permanente.

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