¿ Cómo dar un Golpe de Estado y no pasar ni por curao?
No hay caso. Los egipcios son la cuna de la civilización.
Debo confidenciarles que estaba algo preocupado con esto de las bravatas comunistas y la asamblea constituyente, pero los egipcios “me volvieron el alma al cuerpo”
Las sociedades han cambiado.
Ya no se aceptan los “gorilazos” llenos de consignas y mensajes revolucionarios. Estos están en vías de extinción, y los pocos que están quedando son derribados en cosa de 20 días.
Le pasó al poderoso Kadafi, dueño de una fortuna personal y tutor de los “derechos humanos” (que a estas alturas son “izquierdos humanos”) dentro de las Naciones Unidas.
Hoy le puede pasar a cualquier gorila que, el día menos pensado, su propio pueblo se levanta para informarle que su revolución se terminó.
Ahora los golpes de Estado deben tener cierto glamour. No pueden entrar una bandada de bigotudos al Palacio de Gobierno. No. Basta con que entre el Comandante en Jefe y le informe al caudillo de turno que su pueblo se “cabrió” y que llegó el momento del retiro. Se le puede ofrecer un avión y una jubilación.
Pueden ocurrir dos cosas. Ambas ocurrieron en Egipto (cuna de la civilización).
Mubarak, el patriarca se opone. Es encarcelado, pronto será juzgado. Se expone seguramente a una cadena perpetua. A pesar de sus 70 mil millones de dólares de patrimonio. Morsi, por su parte, quien también entró al gobierno tras una elección fue puesto de “patitas en la calle”. Lo defienden los Hermanos Musulmanes. Su pecado fue intentar hacer una nueva constitución inspirada en valores islámicos. No calentó a nadie porque a una egipcia no le ponís un velo ni pa la primera comunión. Falta de feeling político. Andaba más perdido que Escalona en Concepción.
Decía que este golpe ha sido glamoroso. Se pone a un Premio Nobel de la Paz como ministro, y se tiene la precaución de amontonar los cadáveres de los opositores en la plaza, a quienes se les “corchetea el carnet” en la guata para que puedan ser identificados por sus familiares. Ni un detenido desaparecido ni cosas por el estilo. Estados Unidos no se atreve a decir nada. Mal que mal, la idea de una Constitución Islámica en Egipto tampoco los seducía.
Ahora estamos todos a la espera del reconocimiento del nuevo régimen, preparando las maletas para inmortalizarnos en una foto junto a la pirámides. Por lo menos Estados Unidos ya dio una respuesta: “la democracia no consiste en tener mas votos en las urnas” e invitó a las distintas facciones egipcias a dialogar en forma civilizada y que abran sus puertas al turismo nuevamente. ¿Y Morsi?
¿Cuál Morsi?