La vieja tenía razón. El era un buen hombre, que llevaba todo su sueldo para la casa, no tomaba ni se drogaba, que le daba estabilidad al grupo familiar. El problema es que, en un día de pasión, se violó a la hija.
Es extraña la sociedad chilena. Saltaron todos a crucificar a la vieja. Algunos pidieron urgente la intervención del SENAME para quitarle a esa “víbora” la custodia de su hija.
Ambos hechos coincidentes. La vieja justificando al hombre y el cambio de nombre de la Nueva Providencia. Jung ya había estudiado esto de la sincronicidad.
No dejo de pensar. Pinochet fue, sin duda, un gran estadista. Le dio instituciones a este país. Lo orientó en la vía del crecimiento económico. Nos salvó de una eventual dictadura de izquierda. Nos dio una Constitución y un sistema político que nos permitió estabilidad por muchos años. Aportó Universidades, cultura, riqueza y seriedad. Su problema, como el del marido de la vieja, es que en un momento de pasión, metafóricamente, se violó a su hija. Y eso quedará para siempre en la historia.
En realidad, lo encuentro lamentable porque aún sigo pensando que era un buen hombre, que no tomaba ni se drogaba y que llevaba todo el sueldo para su casa. Que Dios lo guarde en su Eterna Gloria